En la antesala de su 78ª edición, el Festival de Cannes ha actualizado sus normas de etiqueta para dejar claro que la desnudez total está prohibida no solo en la alfombra roja, sino en todas las áreas públicas del certamen. Aunque nunca se había permitido pasear sin ropa, esta vez la reglamentación lo incluye explícitamente en sus estatutos, alineándose con la legislación francesa y el deseo de mantener un entorno ordenado y respetuoso.
La organización aclara que el objetivo no es imponer un código moral, sino garantizar la comodidad y el flujo adecuado de invitados. Igualmente, se mantienen vetadas las prendas excesivamente voluminosas, como las con cola de gran tamaño, que pueden dificultar el paso y la correcta ubicación en el Gran Théâtre Lumière.
En 2018, Cannes ya dio un paso similar al prohibir los selfies en las escaleras del Palacio —una medida que el director Thierry Frémaux calificó de “necesaria” para preservar la experiencia del público—, aunque con el tiempo muchas celebridades han incumplido estas directrices. Aquellas famosas que han desafiado el protocolo —Bella Hadid, Naomi Campbell o Kendall Jenner— deberán esta vez ceñirse al nuevo decálogo de elegancia.
Con estas disposiciones, el festival busca cuidar su imagen de sofisticación y facilitar la logística de ingreso y salida de los asistentes. La 78ª edición de Cannes arranca este martes 13 de mayo bajo un mismo lema: glamour con moderación.