El rugido del estadio Cuauhtémoc podría escucharse más allá de sus gradas. Muy pronto, en distintos rincones del estado, niños y niñas con sueños de primera división entrenarán en canchas con un mismo escudo en el pecho: el de la Franja.
El Club Puebla tendrá, por fin, su Escuela de Fuerzas Básicas. Un proyecto que no solo busca entrenar a jóvenes, sino forjar identidad, disciplina y pasión desde el corazón de las comunidades poblanas. Se trata de una apuesta por el talento local, por el juego limpio y por el futuro.
La idea es ambiciosa pero clara: instalar al menos 15 centros de formación en municipios del estado, donde entrenadores, visores y especialistas del Club Puebla acompañarán a nuevas generaciones de futbolistas desde la base.
El anuncio fue realizado por el gobernador Alejandro Armenta, quien compartió su entusiasmo por este paso histórico para el fútbol poblano:
“Puebla es un símbolo, no solo un equipo. Es parte del corazón de nuestra identidad”.
La iniciativa nació de un encuentro entre el mandatario, el legendario José Luis “Chelís” Sánchez Solá, y el exjugador Ruiz Esparza, que permitió conectar con la directiva del Club Puebla. Resultado: el club aportará su marca, metodología y experiencia técnica; mientras que los municipios pondrán el terreno y la infraestructura.
Más que entrenamientos, se abrirán caminos. Se sembrará esperanza en forma de balón. Porque en Puebla, el fútbol también se juega con el alma.
Y esta vez, la Franja crecerá desde el pasto… pero también desde la comunidad.