Una nueva historia comienza a escribirse en Eloxochitlán, donde la educación será el motor del cambio. Muy pronto, este rincón de la Sierra Negra será sede de una universidad pública que no solo abrirá sus puertas al conocimiento, sino también a nuevas oportunidades para cientos de jóvenes de Puebla, Oaxaca y Veracruz.
La Universidad Nacional Rosario Castellanos llegará con todo un ecosistema educativo: un campus moderno, una Casa del Estudiante, una Casa de los Maestros y una visión clara de desarrollo. La idea es simple pero poderosa: llevar la educación a donde más se necesita, para sembrar futuro desde las raíces.
Durante un recorrido por los terrenos donde se construirá esta institución, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, expresó:
“Eloxochitlán tiene todo para florecer, solo necesita el agua del conocimiento y el sol de la oportunidad. Aquí vamos a sembrar futuro.”
Pero este proyecto va más allá de las aulas. Se acompañará de iniciativas para detonar el desarrollo económico: proyectos productivos que le den valor agregado a lo que el campo ya ofrece, reforestación con árboles frutales, turismo sostenible y hasta un Centro de Transformación para que las y los productores puedan generar ingresos sin salir de su comunidad.
Además, se construirá un arco de seguridad que brindará tranquilidad a las familias de la región, asegurando un entorno propicio para estudiar, trabajar y soñar en grande.
Con esta universidad, Eloxochitlán no solo tendrá nuevos caminos, tendrá nuevos destinos. Porque cuando se invierte en educación, se cultiva algo mucho más profundo que el conocimiento: se cultiva esperanza.