En un país donde ser escuchada aún es un acto de resistencia, cientos de mujeres en Puebla están encontrando espacios para hablar, compartir y sanar. A través de las Asambleas “Voces para la Igualdad y contra las Violencias”, el Gobierno Federal y Estatal están tejiendo una red que impulsa el diálogo, la empatía y, sobre todo, la acción.
Las asambleas, realizadas en municipios como San Salvador El Verde y Atlixco, no solo buscan dar voz a quienes pocas veces han tenido un micrófono; también funcionan como un termómetro social para comprender qué duele, qué falta y qué urge en las comunidades de mujeres.
Desde historias de discriminación y violencia, hasta testimonios de resiliencia y sororidad, las mujeres están hablando… y ahora sí, alguien está escuchando.
“Muchas veces no tenemos dónde decir lo que nos pasa. Aquí, nos sentimos seguras y, por fin, escuchadas”, compartió Elena Carvajal, una de las asistentes al foro. Para ella, este tipo de encuentros representan algo más que una reunión: son una oportunidad de sanar.

Por su parte, Michel Guzmán, promotora local, destacó el impacto tangible de espacios como las Casas Carmen Serdán: “Ya no estamos solas. Estos centros nos escuchan, nos atienden y nos ayudan a salir adelante”.
En ese mismo sentido, el gobernador Alejandro Armenta destacó que en sus primeros 211 días de gobierno, los feminicidios han disminuido un 30% gracias a la implementación de políticas integrales:
“Si salvamos una vida, valió la pena”, afirmó.
Las asambleas no terminan aquí. Se prevé que se realicen 31 encuentros en diferentes municipios del estado como parte de una gran red llamada Tejedoras de la Patria, que busca impulsar la Cartilla de Derechos de las Mujeres, y sobre todo, fortalecer la convicción de que cada niña, joven o mujer tiene derecho a vivir sin miedo.
Porque a veces, una sola conversación puede cambiar el rumbo de muchas vidas.