Cuando alzar la voz ya no da miedo: Puebla avanza hacia un refugio real para las mujeres

En un estado donde durante años el silencio fue impuesto por el miedo, hoy las mujeres están hablando. Pero no solo eso: están siendo escuchadas, protegidas y acompañadas.

Las cifras no son solo números. Que en Puebla haya un 73% más de denuncias por violencia de género no indica que haya más violencia, sino que por fin hay confianza para nombrarla, señalarla y buscar justicia. “Eso es lo que pasa cuando un gobierno no esconde los problemas, sino que pone el rostro, el oído y la acción”, expresó el gobernador Alejandro Armenta.

En el pasado, muchas oficinas del Ministerio Público fueron cerradas en juntas auxiliares, eliminando la posibilidad de denunciar cerca de casa. Hoy, Centros LIBRE y las Casas Carmen Serdán están haciendo lo contrario: acercarse, abrir puertas, y ser refugio para quienes más lo necesitan.

La fiscalía estatal ha atendido ya a más de 6 mil mujeres, entregando medidas de protección reales y acompañamiento psicológico, jurídico y emocional. No es solo una estrategia institucional: es una red de apoyo tangible, con rostros, con nombres, con historias.

En paralelo, la Secretaría de las Mujeres ha emprendido encuentros comunitarios que han reunido a más de 2,500 mujeres en asambleas donde se construyen puentes, se tejen redes y se siembran semillas de igualdad. Aquí no se trata de discursos, sino de escuchar para transformar.

Las Casas Carmen Serdán no son albergues temporales. Son espacios donde el dolor encuentra contención y donde el miedo comienza a perder fuerza. Allí se han brindado más de 34 mil atenciones, desde terapias y asesorías, hasta talleres de empoderamiento. Se han protegido a más de 260 mujeres y niñas que encontraron en esos espacios una nueva oportunidad.

“La vocación de estos refugios es reducir los feminicidios, y lo estamos logrando. Detrás de cada caso atendido hay una historia de valentía y una nueva página por escribir”, compartió Carmen González Serdán, coordinadora del programa.

En Puebla, cada denuncia atendida es un acto de justicia. Cada mujer protegida, un paso hacia una vida libre de violencia. Cada historia reconstruida, una victoria colectiva.

Porque cuando el miedo se enfrenta con empatía y acción, lo que florece es un futuro distinto.

Deja un comentario

Test Popup