Un sábado, una comida, un video. Y, en segundos, Claudia Mollinedo pasó de ser una periodista reconocida a convertirse en el centro de la polémica bajo el apodo de “Lady Polanco”. Un breve clip, en el que aparece discutiendo con personal del restaurante Bagatelle en la CDMX, desató una ola de comentarios, memes y una cascada de consecuencias profesionales.
Pero más allá del video, hay una historia en desarrollo: la de una figura pública enfrentando las reglas no escritas del juicio digital.
Una disculpa y una aclaración frente a las cámaras
Días después del revuelo, Claudia reapareció en el espacio televisivo de Ciro Gómez Leyva, quien fue su compañero de noticiero durante más de dos años. “Querida amiga, qué gusto tenerte aquí”, dijo el periodista, desmarcándose de cualquier relación personal más allá de la laboral.
Ahí, Mollinedo ofreció disculpas públicas al personal del restaurante, reconociendo que la situación se salió de control, pero también señaló algo que muchos temen: la velocidad con la que las redes sociales pueden destruir una carrera.
Que nos deja ver #LadyPolanco
— Kinesis Humana 🏳️🌈 🚸 ⚖️ 🎨 (@kinesis_humana) July 29, 2025
Que el poder económico vale más que los trabajadores de servicio. Para ella solo importaba su noche y sus amigas pero ¿las personas que ya terminaron su turno? Algunos tienen que ir lejísimos para llegar a casa
pic.twitter.com/pY0Q9udUM3
De columnista a tendencia… y no por su trabajo
El diario El Independiente anunció la suspensión temporal de su relación laboral con la periodista, decisión que —según Claudia— le fue comunicada vía WhatsApp y sin posibilidad de réplica inmediata.
“Estoy abierta a aclarar lo que sea necesario. No me escondo”, expresó, mientras reconocía estar en medio de un proceso emocional difícil, marcado por la incertidumbre. “Las redes se han vuelto un tribunal sin rostro”, sentenció.
¿Dónde queda el contexto?
La defensa de Gómez Leyva no tardó en llegar: “¿Y de qué te disculpas? En el video, al menos el que vi, no insultas a nadie. ¿De qué te disculpas?”. También Manuel Feregrino, presente en la emisión, consideró que se está creando un precedente preocupante para la prensa.
El caso ha puesto sobre la mesa una conversación incómoda pero urgente: ¿Dónde termina la rendición de cuentas y empieza el linchamiento social? ¿Se puede aislar una conducta de una trayectoria profesional?
Mientras las redes continúan con el veredicto en tiempo real, Claudia Mollinedo ya dio el primer paso: habló, explicó, se disculpó. El resto, como casi todo en internet, sigue escribiéndose en los comentarios.
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