De enfermera apasionada a cocinera soñadora y creadora valiente, Yanin Campos no fue una más en la televisión mexicana. Fue una mujer que no solo cocinaba con el alma, sino que vivía con ella. Esta semana, México despidió con profundo pesar a una figura entrañable que supo conectar con miles de personas dentro y fuera de la pantalla.
A los 38 años, Yanin perdió la vida tras un accidente automovilístico en Chihuahua, su estado natal. Durante dos días luchó con fuerza, como lo hizo siempre en cada etapa de su vida. La noticia fue confirmada el 4 de agosto, dejando en el aire una tristeza silenciosa entre quienes la conocieron y la siguieron.
💬 “A mí me proponen algo que me late… lo hago. No me da miedo”
Ese espíritu aventurero definía a Yanin. Con una vida llena de capítulos intensos, la enfermera que dejó carreras, que empeñó su coche para alcanzar un sueño televisivo, y que sin filtros hablaba de lo que le apasionaba, encontró en MasterChef México una vitrina que mostró su autenticidad.
No ganó, pero conquistó. Su participación en el reality de cocina fue como su arroz a la jardinera: imperfecto en apariencia, pero memorable en esencia. Fue seleccionada contra todo pronóstico, emocionó al conocer a los chefs y, con humildad, enfrentó las cámaras, el público y, después, el odio injustificado en redes.
🎥 De la cocina al estudio… y más allá
Tras su paso por MasterChef, Yanin condujo su propio programa en televisión local, experimentó con nuevas plataformas como OnlyFans (siempre a su manera, sin seguir moldes) y demostró que las etiquetas no la definían.
“Quiero coleccionar historias”, decía. Y así lo hizo: historias contadas entre chismes y charlas, entre bisturíes y cucharones, entre likes y críticas. Historias que hoy duelen, pero también inspiran.
🕊️ Una despedida que nos deja sin palabras
La mañana del 2 de agosto, Yanin conducía por el Periférico R. Almada cuando ocurrió el accidente que le provocó graves lesiones. Fue internada, resistió, pero finalmente falleció el 4 de agosto. Las autoridades aún investigan las causas del choque.
Sin embargo, para quienes la conocieron, Yanin ya era más que una causa o un caso: era una voz alegre, valiente, irónica, sensible. Una mujer que se entregó a sus pasiones con determinación, y que incluso en sus últimos años decidió que no dejaría que el miedo la frenara.
✨ Hoy recordamos a Yanin como ella hubiera querido: riendo, viviendo intensamente y dejando huella en cada paso.
Nos quedamos con su frase:
“Lo intenté. Me lo llevo aquí adentro. Gracias por tanto conocimiento.”
Hasta siempre, Yanin 💛
Foto: TV Azteca
