La explanada de la presidencia municipal en Cuapiaxtla de Madero fue testigo de un inicio que marca la diferencia: el arranque del Plan de Reforestación 2025, un proyecto que busca devolver el equilibrio natural a los paisajes poblanos.
Con la entrega de 10 mil plantas de mezquite y guaje, la microrregión 12, integrada por nueve municipios, comienza una cruzada verde que no solo se trata de sembrar árboles, sino de sembrar vida, agua y esperanza.
El gobernador Alejandro Armenta lo expresó con una frase que resonó entre las familias presentes: “Lo que amamos, lo cuidamos. Esta reforestación no es solo plantar árboles, es sembrar futuro, salud y paz para nuestras comunidades”.
La estrategia estatal es ambiciosa: 1.7 millones de árboles en todo Puebla, con beneficios directos para el ciclo del agua, la captura de carbono y la purificación del aire. Cada árbol plantado es capaz de retener tanta agua como una pipa y limpiar el aire con el impacto equivalente a retirar miles de autos contaminantes de circulación.

La microrregión 12, que abarca municipios como Atoyatempan, Mixtla, Huitziltepec y Tepeaca, cuenta con más de 5,900 hectáreas de superficie forestal que hoy enfrentan amenazas por la deforestación. Este plan busca no solo recuperar la tierra, sino también involucrar a escuelas, comunidades y comités ciudadanos en el cuidado de lo sembrado.
Más allá de la siembra, la visión ambiental también se conecta con proyectos de energía solar, economía circular y producción agroindustrial, todos enfocados en un mismo objetivo: cuidar la vida en todas sus formas.
Con cada árbol plantado, Puebla escribe un capítulo de justicia ambiental y desarrollo sostenible. La reforestación no es solo un proyecto gubernamental; es un recordatorio de que el mañana depende de lo que hagamos hoy.