En un mundo donde los desafíos parecen multiplicarse, hay espacios que se aferran a la esperanza. Uno de ellos es la escuela. Por eso, en el corazón del Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE), Puebla encendió una chispa de conciencia durante la Jornada Nacional por la Paz y contra las Adicciones, un encuentro que puso sobre la mesa un mensaje claro: la vida vale más que cualquier droga.
Con el lema “El fentanilo te mata, aléjate de las drogas, elige ser feliz”, estudiantes, docentes y especialistas participaron en actividades de reflexión, prevención y convivencia que convirtieron los pasillos escolares en escenarios de diálogo y cuidado.
Cinco stands informativos ofrecieron herramientas y estrategias para prevenir el consumo de sustancias nocivas, mientras promovían estilos de vida saludables y llenos de propósito. Música, arte, deporte y lectura fueron algunos de los caminos propuestos para decirle “no” a las adicciones desde el corazón de las comunidades escolares.

Durante el evento, el gobernador Alejandro Armenta compartió unas palabras sencillas pero poderosas:
“Educar para la paz es sembrar futuro. Puebla merece escuelas donde los sueños crezcan libres del miedo”.
También estuvo presente el secretario de Educación, Manuel Viveros Narciso, quien recordó que la prevención no empieza en las estadísticas, sino en la mirada atenta de quienes acompañan la formación de niñas, niños y jóvenes cada día.
La jornada se suma a la estrategia nacional “Vive saludable, vive feliz”, que impulsa actividades recreativas, culturales y pedagógicas como alternativa real frente a las adicciones. En Puebla, este mensaje ha encontrado eco en cada aula, en cada maestra comprometida, en cada adolescente que elige cuidarse y cuidar a los demás.
Porque cuando la prevención se convierte en parte de la vida cotidiana, las escuelas dejan de ser solo espacios de estudio: se transforman en refugios de paz, salud y comunidad.