Puebla se convirtió en el epicentro nacional de la estrategia contra el lavado de dinero con la realización del Tercer Congreso Nacional de Unidades de Inteligencia Antilavado, un encuentro que reunió a especialistas, autoridades financieras, fuerzas de seguridad y universidades de todo el país.
El objetivo central del congreso fue reforzar los mecanismos de prevención e inteligencia para detectar el origen ilícito de recursos, bloquear operaciones sospechosas y evitar que estructuras criminales sigan infiltrándose en la economía y las instituciones.

Durante el evento, especialistas coincidieron en que el combate al lavado de dinero no solo depende de sancionar delitos, sino de anticiparlos mediante tecnología, análisis de datos y cooperación interinstitucional. Se destacó que un sistema de investigación sólido debe combinar transparencia, ética pública y capacitación constante del personal encargado de salvaguardar la legalidad.
Asimismo, se subrayó que la corrupción y el manejo irregular de recursos no dañan únicamente las finanzas públicas, sino que erosionan la confianza ciudadana y descomponen el tejido social. Por ello, se insistió en que la inteligencia financiera debe verse como una tarea compartida entre gobierno, empresas, academia y ciudadanía.

El encuentro dejó claro que Puebla está posicionándose como un nodo estratégico para impulsar políticas de prevención avanzada y fortalecer las bases de un Estado confiable, justo y blindado frente a los delitos económicos del siglo XXI.






