A unos pasos de la Gran Pirámide de Cholula, el conocimiento y la innovación están construyendo un nuevo capítulo para Puebla. Con la apertura del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores, el estado no solo entra a la era de los microchips: se convierte en un protagonista clave de la transformación científica de México.
Este espacio, impulsado por la visión tecnológica de la presidenta Claudia Sheinbaum y respaldado por autoridades federales y locales, representa mucho más que infraestructura. Es un símbolo de cómo tradición y vanguardia pueden convivir y fortalecerse mutuamente.
En su recorrido por las instalaciones, el gobernador Alejandro Armenta destacó el enfoque responsable de esta iniciativa:
“En Puebla, la tecnología se construye con planeación, principios y visión humanista. Aquí sembramos futuro con raíces firmes.”
El centro, que incluye oficinas, laboratorios especializados, cuartos limpios, ecotecnologías y espacios incluyentes, también será sede del proyecto KUTSARI, la casa del diseño de circuitos integrados que promete generar propiedad intelectual nacional y talento con proyección global.
Para Edmundo Gutiérrez, director de Innovación para el Bienestar de México, la ubicación no pudo ser mejor:
“Estar junto a la pirámide no solo es simbólico, también es una inspiración para los diseñadores del mañana.”
Con una inversión total superior a los 72 millones de pesos, esta apuesta científica no solo impactará a casi 150 mil personas de manera directa: posiciona a Cholula como un nodo de creatividad e innovación tecnológica en América Latina.
Puebla no está mirando al pasado. Está diseñando el futuro.