El Estadio Cuauhtémoc dejó de ser cancha y se convirtió en un escenario de ensueño. Las gradas, que normalmente vibran con goles, anoche explotaron al ritmo de Shakira, quien regresó a Puebla después de más de una década para demostrar por qué sigue siendo una de las artistas más queridas del planeta.
El tour “Las Mujeres Ya No Lloran” llegó con la fuerza de un huracán: luces, fuego, pantallas gigantes y un ejército de fans que convirtieron la espera en una fiesta anticipada. Desde la tarde, los alrededores del estadio parecían una pasarela de camisetas, pelucas rubias, carteles y coreografías improvisadas.
Cuando el reloj marcó poco después de las 9:00 p. m., las luces se apagaron y el rugido del público hizo honor al nombre del estadio. Shakira apareció en escena y bastaron los primeros acordes de Estoy Aquí para encender una avalancha de gritos, aplausos y lágrimas.
El viaje musical recorrió sus himnos de los 90 como Ciega, Sordomuda, y se mezcló con éxitos recientes como TQG, El Jefe y la viral BZRP Music Sessions Vol. 53. Entre saltos, bailes y cambios de vestuario, la barranquillera mantuvo la energía en lo más alto durante más de dos horas.
El momento más inesperado llegó cuando, acompañada del mariachi Gama Mil, la colombiana interpretó Sombras Nada Más, en un homenaje a Javier Solís que conquistó hasta a quienes llegaron buscando únicamente sus hits poperos. Fue un instante íntimo, de esos que quedan tatuados en la memoria colectiva.
La producción fue de otro nivel: luces sincronizadas, fuego, pantallas en 360° y pirotecnia que iluminó el cielo poblano. Y aunque la emoción estaba a tope, la organización y el operativo de seguridad permitieron que todo fluyera sin contratiempos.
El cierre fue apoteósico. Waka Waka, La Loba y Suerte pusieron a todos de pie para corear lo que se sintió como un himno generacional. Entre fuegos artificiales y un mar de aplausos, Shakira agradeció y prometió algo que emocionó a sus fans: no dejar pasar otros 14 años antes de volver.
Hoy, Puebla tiene su segunda cita con la estrella colombiana, y todo indica que será otra noche para la historia.